Carlos Acosta
El Valencia pasa a los dieciseisavos de final tras forzar la prórroga ante un Cartagena que se defendió con uñas y dientes con un hombre menos.
El regalo de Reyes llegó tarde para el Valencia, pero tuvieron que trabajárselo hasta el final. Canós y Gayá dieron el pase a un Valencia que durante 105 minutos estuvo con la clasificación en el aire. Primero empató Canós con un disparo lejano y mas tarde lo haría Gayà con un centro envenenado que acabó dentro.
No obstante, el comienzo de partido fue esperpéntico por parte del Valencia. Alfredo Ortuño puso al Cartagonova patas arriba a los cuatro minutos de partido con un golazo que deleitó a los suyos. Un primer toque orientado para ponerse solo ante Jaume Doménech y finalizando al palo corto del guardameta.
Una primera parte negra para el Valencia, que no dio la talla ante un Segunda División y no impuso su estilo en los primeros 45 minutos. La única luz que vio el cuadro valencianista fue la acción al borde del descanso, cuando Figueroa Vázquez expulsó a Iván Calero, dejando al Cartagena con uno menos para el segundo ecuador. Una decisión dubitativa, posiblemente no merecedora de cartulina roja pero que dejó el partido en contra para el equipo local.
Baraja lo aprovechó, enchufó a sus jugadores y salieron a dominar el segundo tiempo. Media hora tardó el Valencia en igualar el marcador, después de una jugada ensayada desde el córner, que acabó en las botas de Canós en la frontal del área y que no dudó en fusilar la portería de Raúl Lizoain.
Debutó David Otorbi con la elástica a sus 16 años. Salió enérgico, desbordando la banda derecha y creando constantemente el peligro que necesitaba el equipo para seguir creyendo en la remontada.
El partido continuo con la dinámica del Valencia protagonizando el peligro, pero no pudieron convertir y el Cartagena firmaba la prórroga.
Empezaba la primera parte de la prórroga con una parada antológica de Doménech para mantener a su equipo con vida. No obstante, hasta ahí llegó el peligro del equipo local, que volvió a defender durante la duración de la prórroga.
El idílico comienzo a la segunda parte de la prórroga sucedió, con un centro de Gayá que terminó metiéndose solo. Un centro envenenado que hizo dudar tanto al central como al portero. Decayó el Cartagena, tras defender al Valencia durante todo el partido, se le escapaba el partido con un centro chut.
El resto del encuentro no tuvo mucho más de que hablar. El Valencia defendió correctamente e incluso pudo matar el partido Hugo Duro en el último minuto.
Al final, pasa el Valencia a la siguiente ronda con un partido que a priori era asequible. Una reacción a tiempo bastó al Valencia para ganar. Lo que parecía carbón, terminó siendo el pase a los dieciseisavos de final.