La corrida estrella de la Feria, por la presencia de Roca Rey, estuvo a punto de estrellarse. De seis
toros, cinco fueron un nada de nada, hasta que llegó el quinto bis, sobrero sustituto del titular, que
sin ser gran cosa intentó poner orden a la tarde. Con este quinto bis, toro a poco de llegar a los seis
años, Roca Rey intentó encontrarse a gusto de él y de sus incondicionales. La faena a ese toro no
fue arrebatadora, como otras veces, incluso tuvo pasajes en que parecía no pasar nada. Pero la gente remó a favor del torero y de mitad faena en adelante el paisaje cambió algo. Sobre todo dos series con la derecha, enroscándose al toro, que fue lo que más llegó al tendido. Dos tandas apenas. Y todos contentos. Luego, una estocada y dos orejas al esportón. Las más baratas que ha conseguido el torero peruano desde que se presentó en esta plaza.
El resto de la corrida no pasará a la historia. Emilio de Justo no se encontró en ninguno de sus dos
toros, que tampoco fueron de lucimiento. Pero en torero tan puesto, se esperaba otra capacidad.
Pablo Aguado dejó señales de vida en su primero, con algún muletazo distinguido, pero tampoco
gran cosa. Con el apagado sexto las ideas se le nublaron. Y Roca Rey, con el segundo, que acabó
manso, tampoco sacó el partido esperado.
Ficha del Festejo
Valencia, 17 de marzo. 7ª de Feria. Lleno total.
Toros de Victoriano del Rio, el quinto como sobrero, desiguales de presentación y de juego
apagado.
Emilio de Justo: silencio y saludos tras aviso.
Roca Rey: silencio y dos orejas.
Pablo Aguado: saludos y silencio.
Vicente Sobrino
